La pirotecnia, bien utilizada, es todo un arte, y una industria legal.
La prohibición se lleva a cabo para evitar que manos inexpertas - y menos todavía las de los niños- la manipulen, con riesgos muy graves y hasta mortales. Solo los artesanos de ella deben manejala, y con las medidas de seguridad adecuadas.
Por eso, hasta para lanzar cohetones en un templo o acto cívico se requiere una autorización previa, aunque noto que en épocas navideñas y de fin de año hay demasiada pólvora comercializada en forma clandestina.
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