por LETICIA ROBLES DE LA ROSA
Estudiantes casi eternos, los fósiles de la UNAM forman una población de 87 mil 276 personas, equivalente a casi el 90 por ciento de la matrícula estudiantil en los 14 planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades y la Escuela Nacional Preparatoria; o poco más de la mitad de quienes cursan en este momento la licenciatura. En promedio, cada año ingresan a la licenciatura, vía el pase reglamentado, conocido comúnmente como pase automático, cinco mil alumnos que requirieron entre cinco y 15 años para concluir el bachillerato, cuya duración oficial es de tres años, tiempo en el cual sólo el 49 por ciento de los alumnos lo terminan. Estos alumnos, que no tienen derecho a inscripción, pero sí a acreditar sus materias con exámenes extraordinarios, llegan a acumular una cantidad importante de asignaturas reprobadas. Crónica encontró varios casos que ilustran esta situación. Un alumno cuyo número de cuenta data de 1983 reprobó en exámenes ordinarios 29 veces y en extraordinarios 20 veces en el bachillerato; al pasar a licenciatura obtuvo 52 NP, reprobó 43 asignaturas y 12 extraordinarios. Otro del plantel Oriente del CCH, que ingresó en 1990, lleva sólo un avance académico de 52 por ciento y reprobó en exámenes ordinarios 41 veces y en extraordinarios 82 ocasiones. Un caso más es de otro alumno del CCH Oriente, donde ingresó en 1998, reprobó 41 veces en exámenes ordinarios y lleva cien ocasiones que ha reprobado en extraordinarios. ¿Cuántos son? La última cifra oficial de la población de alumnos fósiles data del año 1999, emitida por las secretarías General y de Planeación de la UNAM, donde aclara que existen dos tipos de grandes grupos de este tipo de alumnos: aquellos que tienen más de 15 años sin hacer un solo trámite escolar, aunque no se hayan dado de baja; y los que se mantienen activos en la administración, con la presentación de exámenes extraordinarios. Así, el total de personas que no ha concluido sus estudios en la UNAM, por diversos motivos, rebasa el medio millón; sin embargo, quienes tienen hasta 15 años con actividad escolar administrativa suman más de 87 mil. En el bachillerato había 12 mil 318; en el nivel técnico dos mil 59 y en licenciatura 73 mil 919, alumnos no inscritos, pero “con plenos derechos en los términos reglamentarios de la UNAM”. La legislación unamita permite a los rezagados hacer uso de todos sus derechos universitarios. Por ejemplo, en 1997 ingresaron a la Facultad de Ingeniería, por pase reglamentado, 19 alumnos que requirieron de 11 a 18 años para cursar el bachillerato. Una persona más estuvo inscrito 22 años en la Preparatoria 5 y otro se inscribió en la Preparatoria 7 en 1964; es decir, 33 años antes de llegar a la licenciatura. Todos ellos sacaron entre cero y dos de calificación en el examen diagnóstico. El año pasado, en esta misma Facultad, ingresaron mil 776 nuevos alumnos; de ellos, mil 243 –70 por ciento—fueron por pase automático. Del total de alumnos del bachillerato universitario, 800 eran regulares y el resto ocupó de cuatro a 12 años para aprobar el bachillerato. Otro ejemplo de los derechos que conservan estos alumnos es el caso de un estudiante con número de cuenta 9403980-1, y de quien no se tiene autorización para citar el nombre, quien estuvo en el CCH Naucalpan desde 1993 y salió en 1999, convertido ya en alumno artículo 19 o fósil, con un promedio de seis de calificación. Vía el pase reglamentado ingresó a la carrera de física en la Facultad de Ciencias, donde sólo cursó tres materias: cálculo diferencial, donde obtuvo cinco; física general y geometría a. nalítica, las cuales reportó como “no presentadas”. En el 2000 hizo su cambio de carrera y entró a la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales...
....UNAM...estudiantes eternos, como el maixtro...
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