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La libertad de decidir y la felicidad

MensajePublicado: Jun 16 2019    Título: La libertad de decidir y la felicidad
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Un tema que siempre he querido exponer y que no ha habido condiciones para hacerlo.

Entre la teología y la biología

La principal distancia conceptual que me separa de las posiciones llamadas pro vida es que disfrazan los conceptos teológicos con conceptos supuestamente biológicos. Algo que la ciencia tiene más o menos claro, pero que los pro vida disfrazan sobre todo porque su discurso va al sentido común, no a los especialistas.

Como hemos leído hasta la saciedad aquí, la definición de que el embrión de 12 semanas o más en gestación es ya un Bebé, es una definición que radica en las creencias y no en los conceptos biológicos. A las 12 semanas el embrión humano en gestación no es ni una unidad biológica como ser vivo y mucho menos un ser humano en sí. Es más bien el proceso de gestación celular del mismo que carece de muchos órganos internos, incluyendo el sistema nervioso central y desde luego un cerebro activado.

El hecho mismo de que Pro Vida acuda a justificar que el humano existe es desde la gestación,no pasa la evidencia empírica. Un embrión y luego un feto antes de los 20 meses no puede existir fuera de vientre, ni en incubadora. Después de esos meses o hará con dificultad hasta completar las 36 semanas en el que es apto para vivir con independencia corporal de la mama.

¿Qué puede explicar la unidad humana desde la gestación?

Aunque se quiera justificar en conceptos biológicos, la energía de la vida no pre-existe sin la unidad de organismo vivo. Antes, de poder ser independiente y un Ser es parte del proceso vital de la mama, es decir un no ser. SI no puede ser aún un Ser humano ¿Dónde radicaría según la religión su Ser? En la biología del proceso de gestación no, no por lo menos hasta aproximadamente la vigésima semana. SI se supone una unidad humana no biológica, esta se encuentra en una ideas conceptual, es decir en la preexistencia como Ser. Sin el concepto del alma, que define al individuo como soplo divino, la pre-existencia no tiene sentido. Pero no podrían argumentar el concepto del alma, pues el mismo no tiene comprobación científica, así que acuden a una argucia no científica, disfrazada de tal. La vida desde la concepción. Confundiendo vida orgánica con vida humana. En mi perspectiva, esta visión conceptual revela la visión represiva de la religión, pues no concibe la vida humana en la existencia humana, sino en la vitalidad orgánica. Ello lo hace porque en realidad oculta el problema del alma.

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Ultima edición por outsidernow el Jun 16 2019, editado 1 vez

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

La vida humana no es sólo biológica

La vida biológica no es la vida humana, tampoco la vida humana es la vida meramente animal. La vida humana es un complejo sistema de factores Bio-psico-socio-culturales. Además es histórico. Filósofos de la talla de Hegel, Marx o Heidegger han definido el Ser en una disciplina filosófica, la ontología. Ser un humano, no es sólo tener vida biológica, sino tener existencia humana. Heidegger lo definía en el término Dasein

Cita:
Dasein [ˈd̥ɑːza͡ɪ̯n] es un término que en alemán combina las palabras «ser» (sein) y «ahí» (da), significando «existencia» (por ejemplo, en la frase „Ich bin mit meinem Dasein zufrieden“ «Estoy contento con mi existencia»). El sentido literal de la palabra Da-sein es 'ser-ahí'.


Este problema lo habíamos conversado en alguna ocasión con Donga en Univisión y tiene que ver con con el problema de lo que definimos como consciencia. Ser un humano es ser un Ser consciente, no sólo desde la perspectiva cognitiva sino desde el complejo entramado bio-psico-socio-cultural.

¿Qué tiene que ver este concepto con el problema de la mujer y la ética frente al asunto del aborto?

El aborto es sin duda un dilema ético. La interrupción del embarazo no tiene que ver sólo con la vida biológica (En la visión teológica) sino con el problema de la existencia humana, de los avatares de esa existencia.

Expuse en mi intervención anterior en este hilo, que desde la perspectiva biológica el embrión humano hasta la semana 20 no es un organismo autónomo, sino que depende del cuerpo de la mama, sin la mama, no tendría ese embrión vida propia. De ella se alimenta, a través de ella se desarrolla, pero a vida orgánica no difiere a la vida del hígado, los riñones o el páncreas. Su existencia es moral, no es por lo que es, sino por lo que legará a ser.

Uno de los rasgos del cristianismo, como el de otras religiones, es el problema de la supresión de las necesidades, la represión. Postula moralmente, como un deber ser, en una idea que suprime la vida existencial por considerarla transitoria o perene. La vida humana es considerada como un tránsito hacia la vida eterna. Lo mortal entonces no importa, lo que importa, como en el caso del embrión, es la pre concepción de la vida como vida eterna, como vida que trasciende, es decir el alma.

Preservar el alma no el cuerpo

Un principio inquisitorial. El cuerpo no importa, es temporal, lo que importa es el alma. Luego entonces el dolor, la angustia, el miedo, la depresión, la tristeza no importan porque son temporales. Lo que importa es esa hipótesis llamada alma.

Esto es el principio del sacrificio. La ofrenda de la vida para el más allá. No importa que sufra, es por su bien. Es curiosa la bisagra del aborto, la que se sacrifica es la mama para que viva un proyecto, el proyecto del embrión.

¿Por qué se prioriza un organismo que no es aún un ser humano en contra de la existencia de la mama?

Allí se los dejo de tarea.

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Supresión de la existencia humana de la mujer

La vida humana real, de la que se tiene evidencias es la vida existencial de los seres humanos su dasein

Un complejo sistema de factores bio-psico-socio-cultural

No es sólo el impulso biológico, sino la capacidad, la consciencia de tratar de alcanzar, de perseguir siempre la felicidad humana. Si hay trascendencia o no, de eso no hay evidencia, lo único concreto que tenemos es la vida humana en su complejidad, aquí y ahora.

Por eso la libertad de decidir es fundamental. La libertad de elegir ser mama, es un factor fundamental en la vida de las mujeres. Por eso cuando los problemas de existencia humana se presentan y todos sabemos cuáles son. Una mujer decide si continúa o no con su embarazo.

En el peso de quién tiene libertad para decidir, no hay duda. Un embrión es un proyecto, la vida humana es una realidad. SI ella quiere ser mama respetable, si no lo quiere ser también. Este es un problema de existencia Dasein de decisión sobre la vida existencial de las personas.

¿Por qué la vida existencial es más importante que la vida eterna?

Porque es la única vida de la que tenemos evidencia, no hay otra.

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Una exposición sobre Epicuro

Cita:
La felicidad es nuestro fin último. Claro, de eso no cabe duda. Todas las acciones o decisiones que tomamos a lo largo de nuestra vida –desde algo tan insignificante como el color de los calcetines que usaremos, hasta la elección de nuestra profesión– las hacemos con el propósito de sentirnos bien, de estar bien, de ser felices.

Es obvio. El ser humano busca pasar los días que tiene por delante en su hogar, la Tierra, en un estado de bienestar constante. Pero, si eso es lo que tanto anhelamos, y como dice el dicho "querer es poder", por qué no somos capaces de alcanzar la felicidad. ¿Qué hay de mal en nosotros? ¿Por qué nos sentimos tan vacíos, tan vanos? ¿Si buscamos siempre el tesoro de la, supuestamente existente, felicidad, por qué lo único que encontramos es una grande y frustrante nada? ¿Será, entonces, la tan demandada una utopía? ¿O será que estamos buscando en el lugar equivocado?

Probablemente sí. La manera de pensar en el mundo se mueve en torno al tener. Eres según lo que tienes. ¡Vamos, esto sí que suena mal! Marcan los estándares de cómo debemos vestirnos, vernos y actuar. Nos explican lo que es la felicidad por medio del mercadeo. Si vemos el corte comercial de un perfume, en el que aparece una mujer bellísima recorriendo las calles de Roma en un pequeño vestido negro, del brazo de un hombre que roba suspiros, algo en nuestro cerebro nos dice que sí, probablemente si yo me pongo un poco de ese perfume en el cuello y me compro el mismo vestido negro, hay altas probabilidades de que me sienta tan feliz como ella parece serlo. Por eso imitamos lo que nos muestra la televisión. Nos queremos ver como Angelina Jolie, tener un Brad Pitt y (¿por qué no?) unos cuántos hijos adoptados, deseamos encajar en los estándares de belleza que marca el imaginario colectivo y para eso hay que vestirnos como ellos lo hacen, usar el mismo color de lipstick y por ende gastar mucho, pero mucho, en nuestros paseos por el centro comercial. Lo siento, Descartes, tu "Pienso, luego existo", se ha convertido en un irrevocable: ¡Poseo, luego existo!

Aunque el camino por el que vamos se bosqueje con luces neón, se embellezca con estampados de Louis Vuitton y la esencia de Chanel No.5 nos atraiga más de lo debido, desgraciadamente, vamos por la vía errónea. De hecho, la calle para llegar a la felicidad no se parece en nada a Le Boulevard des Champs Elysées, es más como una senda desamparada, medio empolvada y desértica, pero que nos lleva directamente a un paraíso natural que va muy por encima de la artificialidad a la que nos lleva la vía de la mercadotecnia. Y para entender en qué consiste el camino a la felicidad, desarrollaré la idea de Epicuro, uno de los filósofos más importantes del Periodo Clásico de la antigua Grecia.

Epicuro nació en Samos, en la costa de la actual Turquía, en el año 341 a.C. Ninguno de los libros escritos por este pensador logró ser rescatado, por lo que su filosofía fue reconstruida con base en fragmentos de sus obras. No obstante, esos trozos fueron suficientes para lograr eternizar su filosofía de vida.

Epicuro era un hedonista un tanto singular. ¿A qué me refiero? él creía que el placer era la parte más importante de la vida; sin embargo, parecía contradecirse, ya que vivía de manera sumamente austera. No comía más que pan, olivas y de vez en cuando, como estímulo, un pedacito de queso. ¿Hedonista? ¡Vaya ironía!

El filósofo creía que cometíamos tres errores en nuestra perenne búsqueda por alcanzar la felicidad. El primero es ese deseo ciego y testarudo de encontrar pareja. Creemos que el estar con alguien más, nos llevará, sin lugar a dudas, a encontrar la felicidad. Depositamos, así como así, la labor de nuestra propia alegría sobre los hombros de la persona supuestamente amada, en estar enamorados y en la reconfortante idea de ser los dueños de alguien.



Epicuro, al contrario, argumenta que los amigos son muchísimo más importantes. Cuando llegó a Atenas, a sus 35 años, compró una casa a las afueras de la ciudad e invitó a un grupo de amigos a vivir con él. La idea de que los amigos no están ahí sólo para verlos de vez en cuando, hablarles por teléfono o ir a Starbucks con ellos por un latte macchiato, sino que debemos estar con ellos a diario, todo el tiempo. No habrán celos ni problemas. Ellos no son posesivos, no sienten aprensiones y son excelentes conversadores. ¿Qué más se puede necesitar?

El segundo error es la creencia de que el dinero nos llevará a la felicidad. ¿Pero, por cuántos sacrificios tenemos que pasar si deseamos producir una buena cantidad de dinero? ¿Cuántas cosas se nos escaparán de las manos por pasar las tardes haciendo cuentas? ¿Tendremos que trabajar por alcanzar los sueños de alguien más? ¿Un jefe? ¿Alguien a quien obedecer a como dé lugar?

Epicuro nos explica la importancia de la libertad para llegar a ser felices. Él y sus amigos dejaron Atenas para edificar una de las primeras comunas autosuficientes. Llevaban una vida simple. No les importaba cuánto tenían o no tenían porque eran independientes y podían hacerlo todo por ellos mismos.

El tercer error es la falta de silencio, de un análisis constante de nuestras acciones. Reflexionar es uno de los aspectos más importantes del ser humano, pero estamos tan rodeados por el bullicio, por la sobrecarga de información, de imágenes, luces, ideas, personas, que olvidamos por completo lo que es sentarnos a pensar. Es más, le tememos a la soledad, a convivir con nuestros propios pensamientos.

Recapitulemos, son tres las cosas que necesitamos para alcanzar la felicidad según Epicuro: Amigos, libertad y tiempo para la interiorización. ¿Así que, qué opinan? ¿Será adecuado el camino que instruye Epicuro en su filosofía? ¡Intentémoslo! No perdemos nada. ¿O si?


Buen material para ver este asunto de la felicidad humana

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Recapitulemos y tengamos tres cosas en cuenta. Para alcanzar la felicidad se requiere:

"Amigos, libertad y tiempo para la interiorización."

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Veamos sobre Aristóteles este artículo de María Teresa Pérez Arenzana

Cita:
Aristóteles afirma que la felicidad es una actividad de acuerdo a la virtud. El hombre feliz vive bien y obra bien (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1098b 20). El obrar sigue al ser para la consecución de su finalidad.

Aun cuando la manera de vivir la vida sea elegible, en tanto que somos seres naturales tenemos una finalidad. Dicha finalidad es la felicidad a través de la trascendencia.

Bien soberano Aristóteles
El fin propio de nuestros actos sería aquel que es querido por sí mismo y los demás por él; bajo esta perspectiva es de suponer que ese fin último será no sólo el bien, sino el bien soberano. Por lo que en nuestra vida debemos tenerlo presente para poder hacer lo que mejor conviene, que será ordenar los actos hacia el máximo bien (Cfr. Ar. Eth. Nic.1094ª 20-25). Por ello, el fin propio de cada cosa será aquello que le convenga por su propia naturaleza. Eso que le compete al hombre por naturaleza es el bien, y de entre todos los bienes, la felicidad (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1094ª 16-20). Para conocer lo que es la felicidad partiremos de lo más evidente o ya conocido por nosotros, para posteriormente acceder a lo menos evidente. Por esto se necesita que partamos de la noción de Bien en general (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1096b 11).

El bien se toma en diversos sentidos como el ente: el bien se predica de la sustancia; y de la cualidad, como las virtudes. Y de la cantidad, como la medida; y de la relación, como lo útil; y del tiempo como la ocasión; y del lugar, como el domicilio conveniente y de otras cosas semejantes (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1096b 25-2cool.gif.

Así pues, el bien no puede ser común, universal y único, en ese caso no se predicaría en todas las categorías, sino de una sola (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1096b 10-13). Esto provoca que muchas cosas sean dichas buenas en relación con su razón de bien, como por ejemplo, la riqueza, la salud y el honor. Sin embargo, lo que se pretende encontrar es un bien que sea absoluto y no relativo como los anteriores, un fin final supremo, y por ello solamente habrá uno (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1097 a 10); ya que de otra manera se procedería al infinito en esa cadena no llegando a la finalidad propia del hombre.

Felicidad como bien supremo
El bien supremo o fin final que perseguimos es aquel que no se busca para alcanzar otra cosa, sino que es apetecible siempre por sí mismo y jamás por otra cosa. Parece que éste es la felicidad; ya que la escogemos siempre por encima de todo; es decir, por sí misma y jamás por otra cosa (a diferencia del honor, la riqueza y el placer, que se escogen deseando encontrar en ellas la felicidad). El bien autosuficiente es aquel que por sí solo torna amable la vida, y tal bien es la felicidad ( Cfr. Ar. Eth. Nic. 1097a 15-20).

Los bienes se distribuyen en tres clases: los exteriores, los del alma y los del cuerpo; los del alma son los bienes de máxima propiedad. Ya que la felicidad consiste en las acciones y operaciones del alma, lo cual concuerda con que el hombre feliz es el que vive bien y obra bien. A grandes rasgos la felicidad es una especie de vida dichosa y de conducta recta (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1098b 15-20)

Aristóteles considera que el bien es una operación, la más propia del hombre y no una posesión de un bien externo o una operación de las facultades superiores. En esto se está descartando el que la felicidad sea la riqueza, el placer, etcétera. Dicho en palabras de este filósofo: El bien humano resulta ser una actividad del alma según su perfección; y si hay varias perfecciones, según la mejor y más perfecta, y todo esto es una vida completa (Ar. Eth. Nic. 1098ª 16-1cool.gif.

Felicidad como virtud
La felicidad es lo mejor, y lo más bello y lo más deleitoso. Esto es la virtud, que nos hace capaces de practicar las bellas acciones (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1099a 24). Aquí recordaremos el concepto griego de kalokagatía; es decir lo bello-bueno, que se aplica a las acciones rectas. La felicidad pertenece a las cosas venerables y perfectas por ser un principio, pues por causa de ella hacemos todo lo demás. La virtud humana no es la del cuerpo, sino la del alma, así la felicidad será una actividad del alma (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1102a 15).

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Recapituemos

"La felicidad es lo mejor, y lo más bello y lo más deleitoso. Esto es la virtud, que nos hace capaces de practicar las bellas acciones (Cfr. Ar. Eth. Nic. 1099a 24). Aquí recordaremos el concepto griego de kalokagatía; es decir lo bello-bueno, que se aplica a las acciones rectas. La felicidad pertenece a las cosas venerables y perfectas por ser un principio, pues por causa de ella hacemos todo lo demás. La virtud humana no es la del cuerpo, sino la del alma, así la felicidad será una actividad del alma "

El alma aquí no es el soplo divino, sino el pensamiento, el carácter, la capacidad de comportarnos.

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Veamos en 8 minutos de vídeo:

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Bien hasta aquí las herramientas para pensar el problema central de la mujer y de los hombres, esto es la búsqueda de la felicidad.

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

La diferencia entre ética y moral en Adolfo Sánchez Vázquez

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Bien al tratar de obligar a una mujer a tener hijos a la fuerza, impidiendo sus derechos, se atenta contra su libertad y contra su derecho a la felicidad.

Y puede ser en sentido inverso, cuando una mujer quiere tener un hijo y se le fuerza a no tenerlo o se le despoja de él se comete el mismo acto abominable de represión.

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

Hemos leído aquí como las personas tienen una búsqueda constante por su felicidad

Que se tengan hijos cuando se quieran tener, realmente

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MensajePublicado: Jun 16 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

La intolerancia consiste en querer reprimir lo que los otros tienen legítimamente derecho a decidir.

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MensajePublicado: Jun 17 2019    Título:
outsidernow | Mensajes: 13856 | Mega Usuario Mega Usuario

A veces las personas quieren razonar sin leer.

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