En un foro no existe propiamente política, sino diálogo o debate. No son las reglas de la política sino las reglas del debate racional. Se exhiben y postulan opiniones y se debe exigir referentes, evidencias y el compromiso recto de razonar con la verdad.
Por desgracia en los foros entran personas que no buscan eso, sino una especie de competencia personal, una guerra donde la opinión se transforma en recursos, falacias y guerra verbal.
Los mejores foros son los primeros.
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