Circulan por internet infinidad de videos en los que se muestra cómo estos grupos extremistas golpean y tiran por las escaleras a mujeres que ingenuamente asisten al ser invitadas a este encuentro “abierto y plural que discute las problemáticas que afectan a las mujeres”, pero se encuentran con la realidad de que si uno no apoya la legalización del aborto, la ideología de género y este tipo de postulados, es víctima de agresiones verbales y físicas.
Entre los cantos y lemas que más se escuchan durante el encuentro, podemos mencionar: “muerte al macho” “si no hay aborto legal les cortamos las rutas y les quemamos la catedral”, entre otros.
Estos canticos y las agresiones fundamentalmente físicas llegan a su máxima expresión en el momento que la marcha de cierre pasa por delante de la Catedral de la ciudad sede. En ese momento ocurre que expresan su odio hacia los católicos debido a que en Argentina, el culto católico forma parte de la esencia misma de la Nación y es el freno más grande que tienen en los intentos de imponer el aborto, considerando que la mayoría de los argentinos se opone al asesinato de niños en el vientre de sus madres.
Año a año fieles católicos autoconvocados se postran frente a sus templos, conformando cordones humanos que evitan que las feministas ingresen a destruir y profanar las iglesias. Es allí donde son brutalmente golpeados con palos, botellas, piedras, rociados con orina, materia fecal, y hasta se puede ver en los videos que son pintados con aerosol y les rompen sus vestimenta, dejándolos en ropa interior, mientras ellos pacíficamente rezan el rosario y permanecen inmóviles en la defensa del templo.
Esto es a grandes rasgos, lo que se puede ver y vivir durante el encuentro, y es allí donde radica la gravedad de que el gobierno provincial de Santa Fe financie este encuentro extremista, brutalmente violento, y como muchos lo llaman, “feminazi”, que atenta contra los derechos humanos y ciento de personas sufren física y psicológicamente las agresiones y el ensañamiento propiciados por las militantes feministas.
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