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Se brincaron la ley. Una tentativa de homicidio premeditado debe pagarse con cárcel, por fuertes que sean los móviles.
Es otro caso como el de Yakiri Rubio en México.
MIÉRCOLES, 20 DE ABRIL DEL 2016 - 19:34 CEST
La adolescente británica que apuñaló con un cuchillo de cocina al pederasta que había abusado de ella cuando tenía ocho años, no irá a la cárcel. El juez no solo se ha negado a enviarla a prisión, sino que además se ha ofrecido a pagar la multa que le caiga a la agresora. “Sería una desgracia mandar a la cárcel a alguien que ha logrado sobrevivir como tú”, declaró el magistrado.
La adolescente, de 15 años y cuya identidad no se puede desvelar por cuestiones legales, se dirigió el pasado mes de noviembre a la casa del hombre que la había agredido s*xual siendo una niña, dejándola permanentemente traumatizada. Cuando el pederasta, de 56 años, abrió la puerta, la joven le dejó claro a lo que iba: “Te voy a matar”. Y le clavó el cuchillo en el pecho, delante de dos niños de corta edad. Le cortó la arteria que suministra sangre al ventrículo derecho del corazón. Al borde de la muerte, los cirujanos lograron salvarle la vida.
Un juez inglés paga la multa de una adolescente que apuñaló al pederasta que la violó
EL PERIÓDICO
El juez británico Jonathan Durham Hall.
LA CONFESIÓN
Después del apuñalamiento, la adolescente abrazó a su tía y le pidió: “Dile a mi mamá que la quiero”. Después se presentó en una comisaría y confesó su delito: “Acabo de matar a un pederasta”. Acusada en un primer momento de intento de asesinato, la Fiscalía aceptó después su confesión y rebajó el cargo.
En el juicio se supo que la vida de la menor había quedado “completamente destruida” cuando el pederasta logró salirse de rositas del juicio por abusar de ella años atrás. En aquel proceso, en el que la niña tuvo que testificar, el hombre solo fue sancionado con una condena leve de trabajos para la comunidad. Después, el pederasta aún la siguió acosando, lo que acabó volviéndola paranoica. Su rendimiento escolar fue de mal en peor y terminó siendo expulsada del colegio. La chica estaba convencida de que nunca podría casarse y tener una vida normal. “Correcta o incorrectamente, esta joven de 15 años sintió que la justicia le había fallado”, señaló su abogado. “Quedó profundamente traumatizada y actuó dejándose llevar por la desesperación. Es un caso excepcional que requiere un tratamiento excepcional”.
LA COMPASIÓN
El juez se compadeció de la chica. La condenó a dos años de internamiento bajo supervisión en un centro de rehabilitación para jóvenes. El magistrado entendió que la chica apuñaló al hombre “porque cuando tenía ocho años, él le sometió a graves abusos s*xual”. “Tal y como lo vemos ahora él fue tratado en los tribunales con indulgencia, pero las cosas han cambiado", agregó el magistrado. "Ahora, los castigos son más severos en casos de esta naturaleza”. El juez se despidió de la adolescente deseándole buena suerte.
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