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No lo sé. Pero no puedo dormir. Quizá es otra de esas noches en las que converso con mi almohada. De pronto me dio por dar una vuelta al pasado. El pasado... Eso que me llama en este tipo de noches pese a que no tiene nada nuevo que ofrecerme. Quisierá poder decir tantas cosas... Pero... ¿para qué? No puedo hacer nada para cambiar los acontecimientos. Es decir no tengo esa especie de tableta que tenía Al de la serie Viajeros en el Tiempo, para remediar una que otra cosa, pintar, resanar, redecorar, poner esto aquí o allá, etc. Creó que lo mejor que puedo hacer es vivir. Un día con otro, minuto a minuto, paso a paso. Y no sé, quizá, tal vez, dentro de poco o mucho, cuando vuelva a tener otra conversación con mi almohada, las cosas marchen mejor...
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