Anécdotas célebres y otros tópicos.

Me gusto mucho el de la liebre, Yo creo que a todos nos ha pasado mas de una vez.

Responder

El primer maratón de la historia.-

Debido a que Atenas participó en la revuelta de las ciudades jonias (La Actual Turquía) contra los Persas, el rey Darío tomó nota y le ordenó a un esclavo que todos los días le recordará que debía darles un escarmiento a los atenienses con la siguiente fórmula: "Señor no te olvides de los atenienses". Fue así que ordenó una expedición de castigo contra Atenas, al mando del General Datis, el cual desembarcó con su ejército en una llanura ubicada al norte de Atenas, conocida como Maratón; al enterarse los atenienses mandaron a un Hemerodrómo o heraldo llamado Fílipides a Esparta y pidiera apoyo en honor a un tratado de alianza que tenían con ellos; mientras tanto el ejército griego al mando de diez estrategos o generales se dirigió al encuentro del ejército enemigo, al llegar y tomar posiciones, les alcanzó Filípides con la mala noticia que los espartanos no estarían ahí hasta dentro de diez días, pero no podían esperar tanto, ya que temían que Datis dividiera a su ejército que era muy numeroso y embarcar una parte para dirigirse a Atenas y asediarla, mientras la otra mantenía "clavados" a los griegos en esta llanura...continuará

Responder

...así que Milcíades uno de los diez estrategos propuso tomar la iniciativa, la estrategia era simple, correr al encuentro del enemigo, ya que los persas no estaban acostumbrados a luchar cuerpo a cuerpo, amén de que sus armaduras eran de cuero reforzado, en cambio las de los griegos eran de bronce, mucho más resistentes, otra razón demás que sugería Milciades era que los persas acostumbraban a usar arqueros, por lo que de mantenerse a distancia de ellos, no era buena idea, ya que serían aniquilados por la lluvia de flechas, pero aún así era una locura correr hasta el enemigo, rezando porque no desplegarán su caballería y todavía de esquivar las flechas llegar con aire y fuerza suficiente para embestir a los soldados persas y pelear, ya que la distancia que separaba a ambos ejércitos era de al menos uno a dos kilómetros los hoplitas griegos con toda su panoplia (armadura) en conjunto con la lanza y el escudo llevaban a cuestas entre 30 a 40 Kg de peso, en vista de que eran 10 generales, y se turnaban el mando un día cada uno, llegado el turno de Arístides “el justo” (del que ya hablamos) reconoció no estar a la altura y le cedió el mando a Milcíades, cosa que hicieron los demás, una vez de acuerdo la idea era caminar hasta cierta distancia, y en cuanto empezara la lluvia de flechas a paso ligero correr hasta las líneas enemigas, así que se dio la orden en silencio para que todavía sin salir el sol los soldados desayunaran de pie, y formaran en sus batallones respectivos, y cuando comenzó a clarear ya iban en formación de batalla, y a una distancia que se cree era de entre 300 a 400 m se dio la orden y los atenienses se lanzaron en estampida (con 40 kg de peso no me imagino como) contra los desprevenidos persas, Heródoto narra que el choque fue brutal, y que en realidad los persas no lo aguantaron del todo, huyendo en desvandada….

Responder

...pero Datis reaccionó a tiempo y tal vez previendo lo acontecido ya estaba embarcando a parte de sus tropas precisamente para asaltar por sorpresa la ciudad de Atenas, los Generales al percatarse de la maniobra, despacharon rápidamente al Hemerodrómo Filipides para que corriera de Maratón a Atenas anunciado que habían vencido ya que la guarnición de la ciudad bien podría pensar que el hecho de que llegaran las naves persas significaría que ellos habían vencido a los atenienses y podían capitular ante el enemigo, y la ciudad sería arrrasada, o bien, como solía suceder que cometieran suicidio colectivo para no entregarse al enemigo, cabe señalar que la distancia que separa a Maratón de Atenas son precisamente 42 km, así que cuenta la tradición que Filípides la recorrió a todo lo que daba, conciente de que en sus hombros recaía una responsabilidad de importancia, recordemos que él, fue el mismo que recorrió una distancia de 250 km ida y vuelta de Atenas a Esparta y viceversa, y acababa de participar en la batalla, así que alcanzó a llegar a Atenas y reventado por el esfuerzo sólo alcanzó a gritar “¡Nike! ¡Nike!” que en griego significa Victoria, desplomándose acto seguido dejando el último aliento, Cuando la armada persa se percató de que los Atenienses ya estaban al tanto de la batalla de Maratón, no les quedó más remedio que izar velas y regresar por donde habían venido. En cuanto a Filípides se agregó desde entonces una prueba en las Olimpíadas llamada Maratón recordando su sacrificio.

Responder

Responder

Esa yo creo es de las más famosas de Esopo, porque después se hizo otro cuento que se titulaba pedro y el lobo.

Responder

Me Aburres, ah sí ¡pues te corro!

Se cuenta que en una ocasión el megalómano y emperador en turno de Roma Lucio Domicio Ahenobarbo, mejor conocido como Nerón, tenía un complejo Histriónico al grado que declamaba poesía o textos acompañados de su lira y era de carácter obligatorio para los súbditos acudir a verlo declamar o actuar, pero eran tan largos su poemas, que en una ocasión un Senador llamado Vespasiano (el que a la postre fue emperador) se quedó dormido en uno de sus maratónicos certámenes por lo que Nerón Ofendido por lo que él consideraba una falta de respeto le retiro su amistad, el favor imperial y aparte lo desterró a Grecia.

(No pude evitar recordar ésta anécdota con lo ocurrido con el funcionario de Corea del Norte, y n dejo de pensar que Nerón no fue tan Cruel considerando lo que el líder coreano hizo)

Responder

Y esto me recuerda a mí, que leí que Perón cogeaba de la misma pata que Nerón . Según dicen acostumbraba salir al balcón de su habitación en Madrid y hacía sus discursos ( como en sus buenos tiempos) frente a un público ficticio. Podemos sacar en conclusión entonces que son muchos los politicos o gobernantes que están medio chiflados, pero el coreano rebasó a todos.

Responder

Damocles y la Espada:-

En la ciudad de Siracusa en Sicilia, gobernó un tirano llamado Dionisio, el cual era el paradigma del gobernante desconfiado, al grado que cuando lo afeitaban, por temor a que el barbero sintiera tentación de cortarle el cuello con la navaja, hacía que le quemaran los cabellos con carbones; así como todo el que pasaba a su presencia, previa solicitud de audiencia, por más íntimo que fuera, tenía que desnudarse por completo delante de la guardia, para demostrar que no llevaba armas. Pues sucede que un cortesano llamado Damocles, alababa al itrano reslatando lo bien que vivía y comía, Dionisio que tenía un sentido del humor muy ácido, le cedió su puesto por un día y le hizo recostarse en el lugar de honor durante la cena, como era de esperarse Damocles estaba gozando de lo lindo comiendo suculentos manjares, pero de pronto reparó en que los convidados no lo miraban a los ojos al hablar, sino que fijaban su vista en algún punto situado encima de su frente; Damocles intrigado levantó la mirada y vió que sobre su cabeza colgaba una espada, sujeta del techo por un solo pelo de crin de caballo."Si quieres ser tirano" le dijo Dionisio, "tendrás que aguantar esa amenaza sobre tí, noche y día". A Damocles se le atragantó la cena, y no se quedó tranquilo hasta que no abandonó el diván.

Responder

asi o mas loco

Responder

Ësta está chistosa y me recuerda a muchos mexicanos que presumen de sus antepasados contando mentiras para sentirse superior al resto.

"La zorra y el mono"

Viajaban juntos una zorra y un mono, disputando a la vez cada uno sobre su nobleza.

Mientras cada cual detallaba ampliamente sus títulos, llegaron a cierto lugar. Volvió el mono su mirada hacia un cementerio y rompió a llorar. Preguntó la zorra qué le ocurría, y el mono, mostrándole unas tumbas, le dijo:

-¡Oh, cómo no voy a llorar cuando veo las lápidas funerarias de esos grandes héroes, mis antepasados!

-¡Puedes mentir cuanto quieras -contestó la zorra- pues ninguno de ellos se levantará para contradecirte!

Sé siempre honesto en tu vida. Nunca sabrás si el vecino
que te escucha sabe la verdad y corroborará o desmentirá tus palabras.

Responder

Excelente pulgar arriba

Responder

Responder

Responder

Victoria Pirríca.-
Alejandro Pirro, era un rey de la región conocida como el Epiro, era pariente de Olimpia la que fuera mama de Alejandro el magno, era un gran guerrero y deseoso de embarcarse en aventuras bélicas y la ocasión le llegó con motivo de que los Romanos se estaban expandiendo y entrometiendo en los asuntos de los Griegos asentados en el sur de Italia, en particular la ciudad de Tarento, que decidió pedirle ayuda a Alejandro para expulsar a los Romanos de esa región, así que ni tardo ni perezoso, el Rey Guerrero reunió un Ejército y se embarcó hacia Italia, una vez ahí enfrentó a los Romanos cerca de la ciudad de Heraclea, entre las novedades tácticas Alejandro llevaba un contingente de Elefantes de guerra, los cuales pusieron en fuga a la caballería enemiga, pese a que fue una batalla muy dura, Alejandro venció pero se calcula que debe de haber perdido más del diez por ciento de sus tropas, entre ellos a sus soldados más valiosos y oficiales, en un segundo choque esta vez cerca de la ciudad de Ausculum, la batalla duró dos días, en la cual volvió a vencer a los romanos, pero como en la primera ocasión perdió de nuevo una cantidad importante de soldados, por lo que al finalizar la batalla dijo el célebre comentario "Otra victoria como ésta y estamos perdidos" de ahí procede la expresión victoria pírrica, que dicho sea de paso aquí en México no es utilizada como expresión común.

Responder