¿Estás del lado de Lot?

Para muchísimas personas (más de 6 mil millones) el Mundo no está tan mal, incluso creen que la “situación” actual de la Humanidad es normal y ordinaria, visión que se basa en una falta de sensibilidad bastante marcada. Nos creemos “muy buenos”.

¿Por qué no vemos nuestros defectos, limitaciones y/o errores?
La respuesta es muy sencilla. Para ver cualquier cosa es necesario que haya luz, sin ella es imposible ver. Dios es la Luz más clara, profunda e intensa que puede existir, y si estamos lejos de Él es material y literalmente imposible ver con claridad, sobre todo cuando se trata de vernos a nosotros mismos; por el contrario, al estar cerca de Él vemos con una claridad meridiana "todas" las cosas, incluyendo nuestros defectos, limitaciones, imperfecciones y/o errores. Mientras más cerca estamos de Dios vemos más objetiva y claramente nuestros defectos, y el mismo Amor que compartimos con Él nos hace ver "demasiados" defectos e imperfecciones que le desagradan, debido a la delicadeza propia del mismo Amor; es equivalente a lo que pasa con una persona enamorada de otra: trata de arreglarse al máximo todos los días, por si acaso se encuentra inesperadamente a su ser amado en la calle, y cuando tiene un a cita con ese ser se arregla un poco más de la cuenta porque va a estar muy cerca de esa persona amada y quiere darle la mejor impresión de si mismo(a).
De esta manera podemos darnos cuenta de que cuando nos creemos o pensamos que somos perfectos es porque no tenemos la Iluminación del Espíritu Santo, que es Quien nos da su Luz para ver claramente quiénes somos en realidad y cuánto nos falta para poder acercarnos a Dios y abrazarlo.

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Actualmente hay varias personas visionarias, aunque no videntes como tales, que aseguran que la Humanidad lleva un rumbo bastante denigrante y pecaminoso, lo cual es por demás evidente, verídico tangible y real, sobre todo si tienes la sensibilidad de los Hijos de Dios:

Primero Siria y Michoacán, luego Venezuela y Ucrania, luego Nigeria; desde hace 20 años el calentamiento global gradual; desde hace 60 años el surgimiento de cada vez más imperios monopólicos a nivel mundial y la expansión del imperialismo; la infiltración del mal (paganismo, hedonismo y frivolidad) en la Misma Iglesia; la proliferación de las sectas protestantes (más de 2,800); la expansión del paganismo, del hedonismo y de la frivolidad también fuera de La Iglesia; la práctica de la apoteosis masiva de cantantes, actores y deportistas (nuevos ídolos); la apoteosis de la misma ciencia, de la frivolidad y del placer corporal; el inmenso abismo forjado entre los sueldos y prestaciones de los trabajadores comunes y normales y los políticos y funcionarios públicos de primer y segundo nivel; la despreocupación generalizada con respecto del aborto y del s*xual; explosiones, terrorismo, etc., etc., etc.

Y la lista sigue: Ahora hay que añadir a Tailandia, a Brasil, a Centroamérica y al Medio Oriente, y a ver quién sigue después…

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Pero ¿Por qué Dios no manda otro castigo como el de Sodoma?

La respuesta es bastante sencilla, aunque casi no es evidente: hay bastantes personas, entre ellas el Papa Benedicto XVI, bastantes Sacerdotes, “Monjitas”, Frailes y Laicos comprometidos rezando por ti y por mi, por todos los pecados de todos los hombres y mujeres del Mundo. En cierta forma es un juego dialéctico entre los designios de Dios y la reparación y la co-Redención que llevan a cabo esas personas santas que repiten las palabras de Abraham a Dios:

(Génesis, capítulo 18 )

20. Dijo, pues, Yahveh: «El clamor de Sodoma y de Gomorra es grande; y su pecado gravísimo.

21. Ea, voy a bajar personalmente, a ver si lo que han hecho responde en todo al clamor que ha llegado hasta mí, y si no, he de saberlo.»

22. Y marcharon desde allí aquellos individuos camino de Sodoma, en tanto que Abraham permanecía parado delante de Yahveh.

23. Abordóle Abraham y dijo: «¿Así que vas a borrar al justo con el malvado?

24. Tal vez haya cincuenta justos en la ciudad. ¿Es que vas a borrarlos, y no perdonarás a aquel lugar por los cincuenta justos que hubiere dentro?

25. Tú no puedes hacer tal cosa: dejar morir al justo con el malvado, y que corran parejas el uno con el otro. Tú no puedes. El juez de toda la tierra ¿va a fallar una injusticia?»

26. Dijo Yahveh: «Si encuentro en Sodoma a cincuenta justos en la ciudad perdonaré a todo el lugar por amor de aquéllos.

27. Replicó Abraham: «¡Mira que soy atrevido de interpelar a mi Señor, yo que soy polvo y ceniza!

28. Supón que los cincuenta justos fallen por cinco. ¿Destruirías por los cinco a toda la ciudad?» Dijo: «No la destruiré, si encuentro allí a 45.»

29. Insistió todavía: «Supón que se encuentran allí cuarenta.» Respondió: «Tampoco lo haría, en atención de esos cuarenta.»

30. Insistió: «No se enfade mi Señor si le digo: "Tal vez se encuentren allí treinta".» Respondió: «No lo haré si encuentro allí a esos treinta.»

31. Díjole. «¡Cuidado que soy atrevido de interpelar a mi Señor! ¿Y si se hallaren allí veinte?»

32. Respondió: Tampoco haría destrucción en gracia de los veinte.» Insistió: «Vaya, no se enfade mi Señor, que ya sólo hablaré esta vez: "¿Y si se encuentran allí diez?"» Dijo: «Tampoco haría destrucción, en gracia de los diez.»

33. Partió Yahveh así que hubo acabado de conversar con Abraham, y éste se volvió a su lugar.

La pregunta ahora es: ¿estás del lado de Abraham?

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